domingo, 3 de febrero de 2013

Presente de Indicativo


Las fotos son algo realmente curioso. Te muestran los momentos más felices que has podido vivir. Vamos, te engañan como a un wombat.
Y es que nadie hace fotos de un momento triste. Obviamente. Pero, claro, aun siendo los momentos más felices o en algunos en los que mejor lo has pasado, evocan sensaciones. Y no siempre son sensaciones de felicidad. Bueno, yo diría que son sensaciones extrañas. Mezclas.
Al principio ves la foto y dices “mira qué felices éramos ahí”. Y te llega la sensación de felicidad porque te acuerdas de ese momento. Luego lo comparas con la realidad y dices “joder, esos años sí que molaban”. Y entonces es cuando te llega la sensación de nostalgia. La RAE dice que eso es “tristeza melancólica”…
Pues nada, ya tienes la mezcla. Parece una receta de cocina.
Lo gracioso es que, aun sabiendo que si ves fotos, te vas a poner melancólica, lo haces. Un momento de aburrimiento. En mi caso, el simple hecho de pasar pelis del ordenador al disco duro externo. Claro, ahí tengo todo y me da por cotillear. Lo peor es que no solo hay fotos… ¡También hay vídeos! En concreto, uno bastante especial.
Ahí es donde decimos “estaremos ahí siempre”; “a los 30 repetimos”. Lo peor es que lo decimos todo confiadas. Dando por hecho que las cosas serán igual. Pero nada; te paras a pensar y dices “anda pero si ya no me hablo con tal Ni con tal... pues sí que hay cambios en la vida vaya mierda a mí me gustaba cuando tenía 10 años y en el pueblo me conformaba con una piedra pa jugar y ahora me aburro hasta de caminar” (nótese el stream of consciousness). Y te das cuenta que el vídeo aquel (del que no hace tanto) ya no sirve pa’ na’…que lo único que queda de él son tu nombre y la música de los Beatles que lo acompañaba (siempre fieles).
Así que nada, aunque has visto 800 fotos de hace 800 años y te han revuelto hasta la última de tus entrañas, sabes que tienes que volver a la realidad y que ya no vas a estar ahí para siempre ni te vas a conformar con sentarte en el banco a jugar a la brisca, porque te aburrirás. Y al final acabas aquí escribiendo, como si alguien lo leyera, que el pasado, pasado está y que hay que seguir para adelante.
“Pero es que el 'adelante' es taaan aburrido y en el pasado me lo pasaba taaaan bien.” Seguramente en el pasado no eras  consciente ni de lo bien que te lo pasabas y pensabas que en el pasado (más pasado aún) te lo pasabas mejor.
Y así es la vida. Una cosas así como con forma de mierda en la que te pasas más pensando en Pasado y Futuro que en Presente. Joder, tía, que a lo mejor Presente es un tío guay, con barba y camisas de cuadros. Fíjate un poquito en él que no hace más que ponerte ojitos.